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Proyecto Educativo Institucional
lizarlo. Este propósito implica la capacidad de asumir el proceso de formación con
base en razonamientos que involucren la dimensión ética y moral, transcendiendo
por tanto el juicio basado en conocimientos de teorías, técnicas y procedimientos,
ya que el ejercicio profesional en la actualidad exige una capacidad de acción au-
tónoma, participativa, comprometida y solidaria.
◊ La flexibilidad curricular, como la adaptación a las necesidades y vocaciones
individuales para facilitar una actualización permanente de contenidos y estrategias
pedagógicas acordes con las nuevas tendencias educativas y las necesidades del
entorno y del estudiante. La flexibilidad se traduce, por tanto, en el ofrecimiento
de cursos electivos, en la disminución de prerrequisitos, en la implementación
del sistema de créditos académicos, y, en la existencia de diversos contextos y
ambientes de aprendizaje que favorecen nuevas formas de interacción.
Siguiendo la hoja de ruta propuesta por la 3ª Conferencia Mundial de Educación
Superior, la formación en la U.D.C.A se concibe desde la sostenibilidad como eje
transversal de su quehacer en todas las funciones sustantivas. La sostenibilidad se
entiende en la U.D.C.A como la búsqueda de la comprensión de las interdependen-
cias e interconexiones entre la naturaleza y la sociedad, lo cual conlleva a una búsqueda
transdisciplinar y compleja. Es por ello, que el currículo en la U.D.C.A se enmarca
en estos tres aspectos: complejidad, sostenibilidad y transdisciplina; aspectos que
son transversales a todas las áreas del conocimiento, dada la complejidad de los
problemas que enfrenta la humanidad (agotamiento de recursos, cambio climá-
tico, desigualdades económicas, pobreza, conflictos bélicos, inequidad e injusticia
social). El currículo en la U.D.C.A apunta a la comprensión de los problemas socio
ecológicos desde enfoques inter y transdisciplinares convirtiendo a los estudiantes
en agentes de cambio social mediante el desarrollo del pensamiento crítico, crea-
tivo e innovador. En este sentido, los procesos de enseñanza-aprendizaje no solo
se vinculan a la disciplina o a la práctica profesional, sino también al desarrollo de
valores democráticos, de responsabilidad social y de competencias para la transi-
ción hacia la sostenibilidad.
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